Crucificado Románico

Ricardo Flecha 1985

Madera tallada 

 

Entre don Ricardo Flecha y nuestra joven hermandad nunca llegó a cruzarse el tiempo. Cuando nosotros dábamos los primeros pasos, él emprendía el suyo definitivo hacia la eternidad. Y, sin embargo, desde el primer momento, en el corazón de David Alonso  latía un deseo: que alguna obra suya formara parte del alma de esta hermandad. Era una ilusión, una deuda silenciosa con quien tanto había dado al arte sacro de nuestra tierra.

 

Fue entonces cuando nuestro hermano Juanjo Carbajo, conocedor de esa admiración profunda y de la espina clavada por no haber podido trabajar junto a él, propuso un gesto lleno de generosidad y significado: ceder un pequeño crucificado de estilo románico, salido de las manos del propio Flecha, para la primera procesión de las Siete Palabras. Así, aquel Cristo sencillo de mirada quieta, se convirtió en la primer paso que puso las Siete Palabras por las calles de Toro ya que salió abriendo el cortejo como cruz guía.


Tras la Semana Santa de 2024, la Junta Directiva, junto con nuestro hermano Felipe Fernández, visitamos el taller donde tantas veces cobró vida la fe en forma de arte. Allí, entre el polvo y la luz, entre los recuerdos y la madera, nos detuvimos ante dos piezas. Pero fue este crucificado el que nos miró con más fuerza. De estilo románico, posiblemente una de las primeras obras del maestro, mostraba a Cristo en la serenidad de la entrega, inerte pero lleno de verdad. Su rostro y sus formas nos hablaban del pasado, pero también del presente que aún late.


Y desde este 2025, esa imagen tan querida abre nuestra procesión del Sábado de Pasión. No solo guía nuestros pasos, sino también nuestros recuerdos, nuestros silencios y nuestra gratitud hacia un artista que, aunque no llegó a conocernos, ya forma parte de lo que somos.

Tabla - Relicario
Cristo Muerto

Ricardo Flecha 2009

Madera tallada y escayola

También salida de las manos del maestro Ricardo Flecha a finales de la década de 2010, esta tabla relicario —realizada en madera y escayola— representa uno de los momentos más sobrecogedores del relato evangélico: la Virgen María recogiendo el cuerpo inerte de su Hijo, descendido ya de la cruz. La sencillez de los materiales contrasta con la intensidad del mensaje: el dolor de una madre ante la quietud sagrada del sacrificio cumplido.


Fue a mediados de 2024, en una visita al taller del escultor tras la pasada Semana Santa, cuando la Junta Directiva quedó profundamente conmovida al contemplarla y no hubo dudas: debía formar parte del alma de la Hermandad.


Gracias al apoyo generoso de las Parroquias de Toro, el sueño se hizo realidad. En marzo de 2025, la obra se incorporó oficialmente al patrimonio de la hermandad, presentada junto al Crucificado románico del mismo autor. Desde entonces, desfila cada Sábado de Pasión, justo detrás del Santo Cristo, como oración silenciosa por todos  nuestros hermanos difuntos que un día amaron esta cofradía y ya descansan en la paz del Padre.


Y también como un homenaje a la Virgen, Madre y testigo del dolor, que nos recuerda con su presencia que, incluso en la noche más oscura, el amor no desaparece, solo cambia de forma.

Pebetero - Incensario

Marciano Gil  2024

Hierro

El proyecto del Pebetero-Incensario nació como una idea escrita en el margen de un sueño. Ya en la propuesta inicial de nuestra hermandad se dejaba entrever: “de cara al futuro se encargará la realización de un incensario de hierro a autores locales”. Era una promesa aún lejana, un anhelo depositado en la esperanza.


Fue en mayo de 2023 cuando David Alonso compartió esa ilusión con D. Marciano Gil, calderero de profesión. Entonces, aún no se había celebrado el primer Cabildo Mayor, ni siquiera se había fundado la Asociación Parroquial. Todo estaba por hacerse. Pero bastó una conversación y Marciano —amigo cercano de la familia Alonso y hombre generoso— se ofreció sin dudarlo: “yo lo haré”, dijo. Y lo haría sin pedir nada a cambio.


Con esa chispa encendida, Alonso propuso acudir a Zamora para poder coger ideas  del incensario que Miguel Fernández Calles realizó en 1979 para la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo. Gracias a la amabilidad inmensa de dicha hermandad —a quienes agradecemos profundamente su cálida acogida—, pudimos conocer de cerca aquella obra que tanto nos marcó.


Y entonces comenzó el milagro silencioso del trabajo. Con sus manos y su alma, Marciano fue dando forma al incensario. Hierro sin forja, dimensiones mayores, y una identidad propia que, aunque inspirada en la obra de Fernández Calles, hablaba también de nuestra tierra, de nuestra gente, de esta hermandad que apenas nacía pero ya tenía voz. Durante más de un año, el taller de Marciano fue lugar de entrega y de arte, compartiendo momentos con Alonso y su Junta Directiva.


Finalmente, a finales de octubre de 2024, la obra vio la luz. Y el 14 de marzo de 2025, la Capilla de San Bartolomé se llenó de incienso y emoción. Allí se presentó oficialmente el Pebetero-Incensario, en un acto que no fue solo una presentación, sino un reconocimiento a un gesto desinteresado, a un corazón generoso y a una obra que ya es historia viva de nuestra hermandad.


Ese día, entre aplausos y gratitud, Marciano Gil fue nombrado Hermano Honorífico. Un título que no sólo reconoce su aportación artística, sino el profundo cariño con el que sembró este legado, que arderá con cada procesión como símbolo de fe.

Tres Cruces 

Ricardo Flecha

Madera de pino

Se trata de tres cruces de madera de pino realizadas por el escultor Ricardo Flecha. Forman parte del cortejo procesional del Sábado de Pasión, donde cierran la procesión a modo de Calvario.

Estas cruces, de líneas sencillas pero de gran fuerza simbólica, evocan el lugar de la crucifixión y aportan una presencia visual y espiritual muy significativa al conjunto procesional. Su disposición al final del desfile refuerza el carácter penitencial enmarcando el recorrido con una referencia directa al sacrificio de Cristo.

Tinieblas

Felipe Fernández 2025

Madera y hierro

Se trata de dos matracas de madera que acompañan la procesión del Sábado de Pasión. Su función principal es marcar las paradas a lo largo del recorrido, sustituyendo al sonido de campanas durante el tiempo de Pasión, según la tradición.

Además de su utilidad práctica, las matracas aportan un ambiente sonoro muy característico, que remite al recogimiento y la sobriedad.

Estandarte

Mercedes Alonso 2025

Tela de arpillera y fieltro

Realizado en arpillera y tela de fieltro, este estandarte representa el emblema de la hermandad. Está presente cada Sábado de Pasión encabezando el cortejo procesional, así como en otros actos y celebraciones en los que participa la cofradía.

Su diseño refleja la identidad de la hermandad y su compromiso con la tradición, destacando tanto por la elección de materiales como por su función representativa.

Vara de Abad

Ricardo Flecha - hacia 2010

Crucificado - Madera tallada 

 

José Antonio Pérez - 2025

Vara - Madera de sapely

Repostero

Utilizado para mostrar en la balconada del ayuntamiento el emblema de la cofradía

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